jueves, 22 de marzo de 2018

SOL DE AGUJAS


Ya se dijo que tú quedarás en nuestros pensamientos,
ya se dijo que tus recuerdos ahondarán en nuestra mente.
Ya se dijo que el vacío y la huella de tu ser
resonarán distantes y presurosos al intento fallido de aprehenderte.
Ya se dijo en el silencio taciturno del alba
los pensamientos silentes e inquietos de querer tenerte cerca.
Ya se dijo en el furor del Sol de agujas de las 12
que asirte entre las manos hace parte de lo que fue y ya no puede ser.
Ya se dijo a través de las miradas
cómo te extrañamos y cómo muchos aún no entienden el motivo de tu ausencia
Ya se dijo que tu sonrisa plena y constante
sólo estarán en los recuerdos y las fotografías añejas.
Ya se dijo de tus enseñanzas y esfuerzos
al querer dar la vida misma a cambio de un “entendí maestra”.
Ya se dijo del abandono que has dejado
en medio de cigotos, células y moléculas.
Ya se dijo de la distancia de familia,
Pero también de madre, esposa, hija, amiga y consejera.
Ya se dijo quizá sin querer decirlo
Que lo que queda son esfuerzos por obnubilar tu ausencia,
Pero han de pasar años maestra de maestras
y hacernos a la idea de tu irremediable ausencia.
Ya se dijo y se ha dicho sin decirse,
diciendo en el silencio y en medio de la hoguera
palabras que lastiman y rayan en el alma,
preguntas en el viento que buscan la respuesta.
Ya se dijo sin decir diciendo
que si esto fuese un sueño despertar es lo que queda
Ya se dijo ante este Sol de Agujas
Que quede escrito el acto que niega la indiferencia
Ya se dijo porque precisamente no se ha dicho que estamos enseñando
con la herida abierta.

John Jairo Echavarría Cañas



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